Los reptiles (Reptilia),
aquellos animales que muchos admiramos y comparamos con pequeños dinosaurios no
siempre tienen la simpatía de todos. Se tratan de animales vertebrados, ectotérmicos
(controlan su temperatura) y con alimentación variada según la especie. En líneas
generales, los grupos que encontramos en los reptiles son lagartos, tortugas y
serpientes. Pero claro, esto es a grandes rasgos, en cada subclase encontramos muchísimos
y cada uno tiene sus características así que tampoco se puede ahondar mucho si
se quiere hablar de ellos.
Niño con serpiente como mascota |
Hace varios días tuve la oportunidad de acudir a una
conferencia de Cría en cautividad de reptiles en la facultad de veterinaria de
la UCM impartida por Jairo Cuevas, biólogo en Naturaleza Misteriosa del Zoo
Aquarium de Madrid. La verdad es que salí satisfecha y con bastantes
conocimientos nuevos. Aún no he tenido la oportunidad de trabajar con reptiles
pero no por ello no me gustan.
No os voy a contar la conferencia porque fueron más de dos
horas intensas y con mucha información, pero sí que os voy a contar lo más
llamativo, desmitificación y anécdotas.
Explicar lo primero de todo que la venta de muchos reptiles sigue
estando permitida provenientes de estado natural (no criados en
cautividad) lo que en parte puede dificultar su manejo si vienen ya adultos.
Los reptiles tienen complejos ciclos que hay que respetar,
estos incluyen hibernación en especies de fuera del trópico y un periodo
denominado cooling, que sería el
equivalente a la estación de lluvias en estado natural para las especies del trópico. Estos dos ciclos son el estímulo
sexual de los individuos.
Algunos datos importantes a conocer son que las boas y
pitones nunca son venenosas. Las boas paren vivo mientras que las pitones ponen
huevos y los incuban.
Cuando nacen las serpientes en cautividad nunca hay que
darles de comer antes de que hagan su primera muda, sino es posible que te la cargues.
Los Elapidos (Elapidae)
son la familia de serpientes más venenosas que podemos encontrar, entre ellas
están cobras, corales, serpientes marinas y taipanes. Sus colmillos están fijos
a diferencia que en otras serpientes y su veneno es neurotóxico.
El Varanus salvadorii es el ojito derecho de los cuidadores
de Naturaleza Misteriosa, ya que son los pioneros en la cría en cautividad de
esta especie en toda Europa. Esta especie procede de Papúa Nueva Guinea y es el
varano más largo que existe pudiendo llegar a los 5 metros los machos, y no el
dragón de Komodo (Varanus komodoensis) como muchos
piensan.
Una anécdota de la conferencia fue la desmitificación de lo
que dice mucha gente “tengo un amigo, un primo, el amigo de un amigo, etc. que
su serpiente se estiraba en la cama cuando dormían juntos, fue al veterinario y le dijo que tenía que
deshacerse de ella porque le estaba midiendo para comérselo”. Los argumentos en
contra de esto fueron:
1)
Quién tiene suelta la serpiente y duerme con
ella.
2)
El cerebro de las serpientes no se caracteriza
por su desarrollo, lo último que a lo que se va a dedicar una serpiente es a
medir. Aparte de que el tamaño del estomago de una serpiente es 1/6 parte de su
cuerpo de manera que para que se coman a una persona de 1’50m la serpiente
tendría que medir 7 metros…
Para finalizar os dejo una foto de una pogona o dragón
barbudo que nos trajo Jairo para que lo manipulásemos (aparte de una cría de serpiente del maiz que nos enseñó a sexar).